sábado, 4 de febrero de 2012

LA HIJA DESCARRIADA

LA HIJA DESCARRIADA

Había una vez una muchacha que contaba con 17 años y muchos sueños por realizar.  Era el orgullo de su madre, pues estudiaba 5° año de bachillerato y era muy buena estudiante.  Su madre era una mujer trabajadora que luchaba por darle todo a su hija.  Un día, la muchacha conoció a un hombre que por desdicha era divorciado.  La muchacha llevó el novio a casa de su familia, pero a ellos no les gustó.  Continuamente discutían madre e hija.  Esta señor ya daba muestras de ser irresponsable pues ingería mucho licor.  Pero, como dice Osho:  "La mujer cuando se casa piensa que el hombre cambiará, el hombre cuando se casa piensa que la mujer nunca va cambiar.  Ambos se equivocan".

Pero la muchacha como estaba enamorada "lo feo lo ve bonito" y aunque vea los defectos es como si teniendo "ojos no ve", "viendo no mira" y "Teniendo oidos no oye".  Cuando una persona está enamorada solo ve las cualidades y fortalezas del novio.  Después que se casa ve los defectos.
Un día Ariel, así se llamaba la muchacha, se fue de la casa y nunca más regreso.   Su madre nunca más supo de ella.  Escuchó comentarios de que estaba muerta.  Pero, en su corazón rogaba a Dios para que  regresara.  

El hombre la llevó a vivir alquilada, la embarazó una y otra vez.  Peleaban mucho.  Hasta que un día el el marido se fue de la casa con otra mujer y no volvió más.  Ella salió a trabajar, pero ganaba muy poco. Un día la botaron  de la casa por no poder pagar el alquiler.

Ella cayó en una terrible depresión, lloraba mucho y casi no comía.  Los niños también sufrían al verla llorar.  Llegó un momento en que ella tomó una terrible decisión:  Suicidarse con sus dos hijos.  Pero antes escribió una carta a su madre en donde le decía que ella iba a pasar en un taxi frente a la casa y si veía una bandera blanca ella entraría, que tenía dos hijos y que no le había ido bien.  

Cuando la madre leyó la carta se puso a llorar e inmediatamente agarró unas sábanas blancas y las cortó en trocitos e hizo muchas banderas blancas y mandó a su  hijo que las colocará en toda la calle.

Tenemos que aprender a escuchar los consejos de nuestros familiares, ellos nos aman y no quieren mal para nosotros, además "la pasión no puede estar por encima de la razón".

Ella ha podido terminar el bachillerato, estudiar una carrera en la universidad, disfrutar de su profesión, después casarse y por último tener hijos.  Sin embargo, se dejó llevar por la pasión.  Nosotros tenemos el poder de decidir qué hacer con nuestras vidas, de nosotros depende nuestro futuro.  Procuremos tomar decisiones acertadas e inteligentes. 
  

2 comentarios:

  1. profe para que vea que no me olvido de usted imaginece busque su reflexion y la encontre

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