CENTRARNOS
EN LOS VALORES
¿Por qué algunos estudiantes no saben distribuir bien
su tiempo? Quizás porque se concentran demasiado en una sola cosa y no
establecen un equilibrio de su tiempo.
¿Pero, en qué cosas se centran
los estudiantes?
1.
Los amigos. Querer pertenecer a un buen grupo de amigos
para estar todo el día conversando o escuchando música. No es malo.
Pero si esto es lo que más haces, no es bueno. ¿Por qué? Porque ocasionalmente se equivocan. De vez en cuando son falsos. A veces hablan a tus espaldas o desarrollan
nuevas amistades y olvidan la tuya.
Aunque no lo creas llegará el día en que los amigos no sean lo más
importante en tu vida. Al finalizar el
tercer año irás a estudiar en otra escuela y desarrollarás nuevas
amistades. En los primeros días tal vez
saludes a tus antiguos amigos. Pero
llegará el momento en que ni los visites.
Tienes amigos que sustituyen a los viejos. Cuando estés en quinto año te acordarás de
tus amigos de tercero pero no será con ellos con los que pases más tiempo. Haz tantos amigos como puedas, pero no bases tu vida en ellos.
2.
Las cosas. Tener dinero
para comprar los zapatos de marca, para adquirir un mp3, para compra la
ropa de moda, el celular. No hay nada de
malo en disfrutar cosas. Pero no debemos
centrar nuestras vidas en ellos, porque tienen un valor efímero. Con dinero puedes comprar alegrías
momentáneas que no tienen valor duradero.
LA PASIÓN NO PUEDE ESTAR POR ENCIMA DE LA RAZÓN. En estos momentos es
más importante estudiar que trabajar.
3.
El novio o novia. Pasar todo el día pensando en el novio. No te centres en ellos porque puede que te
decepcionen. Además estas relaciones son
efímeras. Es decir, duran poco.
4.
La escuela. Nuestra educación es vital para nuestro
futuro, y debe ser todo una prioridad.
Pero tampoco nos debemos obsesionar con tanto. También debemos tener tiempo para
divertirnos.
5.
Los deportes. El estudiante que pasa todo el día jugando
basquetbol en la cancha. O el que está
obsesionado con la danza, el teatro. La
mayor parte de su tiempo lo dedica a estar en estas actividades que si bien no
son malas tampoco deber ser nuestro único centro.
6.
En los enemigos. Pasamos el tiempo llenos de ira y con ganas
de vengarnos. Recordamos solo las
palabras con las que nos ofendieron o el día en que nos golpearon y nuestra
mente se recarga con esos sentimientos negativos. Hay que tratar de pensar en cosas
constructivas y perdonar a nuestros agresores. Déjaselo a Dios. Que él se encargará de todo.
7.
En nosotros mismos, o pensar que
somos el centro del universo, que el mundo gira alrededor de nuestros
problemas. Que somos los únicos que
tenemos dificultades y que los demás están obligados a solucionárnoslo. No seamos tan susceptibles, pensemos también
en las personas que nos rodean.
8.
En los valores. Vivamos de acuerdo a nuestros
principios. El trabajo, la honestidad,
el respeto, la lealtad, la solidaridad y otros.
Imagínate que vivamos con los antivalores. Es decir, con la deshonestidad, la
holgazanería, el egoísmo y el odio. De
esto nada bueno podría salir. Los valores son la clave para poder hacer mejor
las cosas en los demás centros. Si vives
según los principios de servicio, respeto, amor, por ejemplo, cuentas con más
posibilidades de tener más amigos y de un noviazgo más estable.
Extraído de Los 7 hábitos de los
adolescentes altamente efectivos.
Sean Covey.
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